Colaboración de las feministas puertorriqueñas 

       en el problema de la violencia doméstica

SHIGAKI, Yoshiko
Iwate Prefectural University (Japan)
email: shigaki@iwate-pu.ac.jp

Prepared for delivery at the 2000 meeting of the Latin American Studies Association,
Hyatt Regency Miami, March 16-18, 2000

Gender and Sexuality: Verónica I. Schild, Track Chair
513 GEN  PANEL  DUPONT PALAZA  ENCORE ROOM
Global Discourses and Local Conflicts:
Feminisms and Women's Organizations in the Transnationalized Political Arena
3/18 Saturday 10:15AM-12:15PM
Chair: Millie Thayer, Univ. of California, Berkeley

Introducción

   En Puerto Rico se ha aprobado la nueva ley para la condición jurídica de la mujer: la Ley 54 (1989) contra la violencia doméstica. Es un gran éxito de la lucha de las feministas puertorriqueñas. Entonces, ¿en qué sentido tiene éxito la lucha, y por qué lucharon en ese aspecto habiendo otros problemas relacionados con las mujeres? Enfocaré este punto analizando su éxito y el límite del movimiento feminista puertorriqueño.

1) El feminismo producido por la época moderna reveló el probelma del género que fue ignorada. Resulta que el feminismo estremece el discurso político patriarcal y exige al mundo reconstruir su discurso político. Quiero decir que el feminismo nacido de la época moderna aterra a la sociedad patriarcal y la está sustituyendo como un discurso global.

2) En el siglo 20 el feminismo extiende el derecho de la mujer y sobre todo en la última mitad del siglo patentiza la causa del problema de la mujer profundamente. Las mujeres comienzan a participar en los asuntos públicos y, además de esto, en los ochenta se llegó al acuerdo internacional de que la violencia contra la mujer infringe el derecho fundamental de la mujer. Esto significa que el feminismo no solo promovió a las mujeres a que participaran en la esfera económica o pública sino que además planteó el problema de la mujer en el espacio privado, vida doméstica, costumbres y toda la esfera de nuestra sociedad.

3) En Puerto Rico el feminismo está activo después de la década de los setenta, aumentando la participación de las mujeres en los asuntos públicos, y esta fuerza se resume en el movimiento de la contra la violencia doméstica en la década de los ochenta.

   Por lo que el problema de la violencia es uno de los más serios de la sociedad puertorriqueña y que se debe resolver urgentemente. El movimiento tuvo el apoyo de todo el mundo y varios grupos de las feministas se solidarizaron en este tema. Así se reunieron los grupos feministas superando el partidismo sobre el problema del status político de Puerto Rico, que causaba confusión al movimiento feminista.

4) Mencionando el tema de esta sección: Discursos Globales y Conflicto Local, en el caso de Puerto Rico el feminismo que opuso a la violencia doméstica no causó un conflicto local sino sobrepasó el problema del partidismo que era un conflicto local convirtinéndose en una fuerza política y mostró una manera política con madurez de resolver el problema de la mujer.

I. ¿Por qué lucharon en el tema de la violencia doméstica las mujeres puertorriqueñas?

   La autora hizo una investigación en Puerto Rico en agosto del año 1998 para averiguar la situación de las mujeres puertorriqueñas y el feminismo, especialmente para investigar cómo cambió el feminismo las condiciones de las mujeres al partir de los setenta, y qué programa político estructuró el gobierno para las mujeres.

   Como resultado de la investigación se ha entendido que las condiciones de las mujeres cambiaron mucho teniendo carreras académicas e independizándose económicamente en la transición a la sociedad industrializada y de consumo. Apareció el movimiento de las mujeres contra la discriminación sexual, y el gobierno y las instituciones formularon líneas políticas para reducir las discriminaciones a las mujeres correspondiendo a la demanada de las mujeres.

   Al mismo tiempo investigando las situaciones del feminismo puertorriqueño la autora se dio cuenta de que el movimineto en contra de la violencia doméstica fue extremadamente importante para las mujeres y el feminismo puertorriqueño. Los investigadores consideran que es importante para el feminismo puertorriqueño que el movimiento se estableció la Ley número 54, mejor conocida como ley contra la violencia doméstica. Las feministas de distintos campos reconocen la violencia doméstica como uno de los problemas más serios de las mujeres. Y las instituciones públicas para los asuntos de las mujeres se dedican a este problema. La solidaridad de las feminstas en este tema recordó a la autora que las feministas de los principios del siglo 20 se solidarizaron en el sufragismo. Es decir que la violencia doméstica se ha reconocido como un problema simbólico de la discriminación de género entre las feministas puertorriqueñas, tanto que una investigadora me lo contó criticando que todo el mundo hablaba solo de violencia doméstica aunque había varios problemas que resolver.

   Pareció que esta crítica tenía razón en un sentido y al mismo tiempo con esta crítica surgió a la autora una pregunta; ¿entonces, por qué varios grupos feministas puertorriqueños se dedicaron tanto a este tema aunque había otros problemas que resolver? Encontraremos una respuesta analizando las entrevistas que he realizado con los grupos feministas puertorriqueños. Aquí veremos brevemente tres entrevistas con Casa Protegida de Julia de Burgos, Casa Pensamiento de Mujer del Centro, Inc. y la Oficina Asuntos de la Mujer, Municipio de San Juan.

1) Casa Protegida Julia de Burgos

   La Casa Protegida Julia de Burgos fue el primer albergue en Puerto Rico para la mujer maltratada. Fue creada en 1979 por un grupo que quiso ayudar a las víctimas de violencia doméstica, abrió sus puertas en 1980 y fueron asignados los primeros fondos gubernamentales en 1983. Con la aparición pública de este albergue se reconoció el problema de la violencia doméstica y su existencia amplia en la sociedad. Se posibilitó recopilar la información sobre este problema a tiempo y sirvió de ejemplo de ayuda para las víctimas.

  Este albergue tiene servicios para mujeres residentes y no residentes, un programa especializado para niños, etc. Según el folleto de la Casa Protegida Julia de Burgos, atendieron a alrededor de 824 mujeres y 284 niños en el lapso 1991-1992. De las 824 mujeres atendidas, 130 fueron albergadas[1].

   La directora ejecutiva Evangelista Colón me contó, cuando realicé la entrevista en 1998, que el albergue tenía espacio para 17 mujeres y alrededor de 30 niños, visitaban a la Oficina unas 20 mujeres y llamaban a 150 mujeres al mes y atendían a 3000 personas al año, entre mujeres y niños. Atendían a las mujeres con mucha ayuda, mucha confianza y mucho amor porque esas tres cosas eran fundamentales para lograr la confianza de ellas, que creían que nadie entendería su problema. Se podían quedar por el máximo de tres meses y después algunas asistían al curso de preparación para el trabajo por un máximo de dos años. El programa era muy efectivo pues fortalecía a las mujeres. Además de esto cooperaban con la policía, que les traían las víctimas. También Evangelista Colón añadió que las mujeres que eran víctimas de violencia doméstica eran mujeres muy inteligentes, con una gran fortaleza, quienes habían podido desarrollar estrategias para poder sobrevivir a ese maltrato y desarrollar una capacidad y un conocimiento para vivir. Eran mujeres extraordinarias, a ellas la misma vida que habían tenido les ayudaba a desarrollar de esas capacidades.

   Y me mostró una carta de [una] ex-residente de la Casa Protegida Julia de Burgos como un ejemplo de sus logros, que dice lo siguiente:

"Llegué con incertidumbre y salí con dirección, fue a buscar protección y me sentí protegida, llegué insegura y salí con la seguridad de que hay una memoria, con una única dirección de luchar por mi y mi propio respeto...[2] "

   Con lo que me ha explicado Evangelista Colón y visitando la Casa Protegida Julia de Burgos percibí la importancia de la lucha contra la violencia doméstica para las mujeres puertorriqueñas. Con esta lucha se revela la situación severa de la mujer y se comprenden los problemas de las mujeres en el mundo en que vivimos.

   La Casa Protegida Julia de Burgos no es importante solo por ser el ejemplo exitoso del movimiento de un grupo pequeño de las feministas sino por tener previsión del problema profundo de la mujer y tener la comprensión amplia hasta del gobierno. Esto significa que una vez que el problema de la violencia doméstica se reconoce, se reconoce rápidamente como un clave del problema de la sociedad y de la mujer. Así muchas voluntarias siguieron la lucha de la Casa Protegida Julia de Burgos.

2) Casa Pensamiento de Mujer del Centro, Inc.

   Casa Pensamiento de Mujer del Centro, Inc. es una organización de las feministas en el centro de la isla, el pueblo Aibonito. "En el 1980 un grupo de mujeres aiboniteñas decidió comenzar a reunirse" y "se realizaron trabajos de orientación y educación a través de películas, talleres y charlas, aportando así a la superación de la mujer y al rescate de mejores oportunidades[3]." Desde la apertura de la Casa Pensamiento de Mujer del Centro, Inc. en 1990 hasta el año 1997 "se ha ofrecido en el Programa de Orientación y Consejería servicio directo a 1,944 mujeres (80% de estas víctimas de violencia doméstica)[4] ". Así esta organización trabajaba con las mujeres que vivían en medio de la violencia, en el proceso de atender a las mujeres que eran discriminadas de diversas formas en la sociedad.

   Resumimos lo que explicó a la autora en la entrevista Hilda L. Rivera Pérez, consejera y una de las precursoras del grupo.

   Según ella, el grupo de alrededor de siete mujeres aiboniteñas estaban acostumbradas a reunirse en nivel de amistad para hablar de la situación de la mujer en su punto de vista, en torno a la política, la religión, etc. en los ochenta. Dialogando y cuestionando sobre su experiencia como mujer y llegó un momento en que comenzó a hacer unos talleres de autoayudarse, tener la clase de sexología para conocer de nuestro cuerpo, etc. Haciendo actividades y en un momento dado se hizo necesario que otras mujeres se beneficieran con ese beneficio que obtenían ellas. Entonces empezaron a abrir ese servicio para otra mujer. Entonces un día una compañera que tomaba la clase de universidad de hacer propuestas y tenía la tarea de proponer la propuesta, les llevó la idea a ellas de que sería lo ideal hacer una estructura de la propuesta con que podían desarrollar de estructura del servicio más amplio para la mujer. Entonces ellas cooperaron hacer propuesta para la tarea de la clase. Tenían la idea de dar servicio a la comunidad, pero nunca había ningún tipo de servicio dirigida a la mujer en el centro de la isla. Las mujeres que querían participar en alguna actividad tenían que ir al área metropolitana.

   Así comenzaron a montar la propuesta para la clase recogiendo los datos de las encuestas de las mujeres aiboniteñas para saber qué tenían que hacer. En el proceso entendieron que las mujeres querían conocer sobre violencia doméstica, sexualidad y distintos temas de auto-estima. Cuando perfeccionaron la propuesta, casualmente había una competencia por el fondo de la Alianza Internacinal de Cooperativas. Entonces lo solicitaron y fue aprobado en 1989. Con ese fondo ellas abrieron las puertas de Casa Pensamiento de Mujer del Centro, Inc. en 1990. Al comenzarlo buscaron el espacio para la mujer. Hilda L. Rivera Pérez contó a la autora lo siguiente sobre el comienzo de la oficina.

"... [A] ese lugar, [lo] provisualizamos como espacio para la mujer, un espacio donde la mujer pudiera ir a ventilar hablando de su problema, que se asegurara un ambiente de confidencialidad en que se sintiera libre de expresar y en la medida de lo posible. Pues, nosotras buscaremos la ayuda necesaria para la situación que ella tuviera. Obviamente decidimos trabajar con la violencia doméstica para este [propósito;] aquí Aibonito apenas conoce la violencia doméstica. Nosotras empezamos a sacar la información a flote. Cuando la mujer se entera de que hay un lugar donde puede ir a hablar, donde ya puede ir a buscar la ayuda, entonces ellas vinieron como así... Por fin hay un sitio donde yo puedo llorar, donde yo puedo ir a hablar, donde no me van a juzgar, donde no me van a condenar, donde no me van a decir que tengo que hacer, donde me van a ayudar, para salir adelante. "

   Y en 1991 se aprobó apoyo económico de la Asamblea Municipio de Aibonito y se ha desarrollado su servicio.

   Aquí vemos un proceso en que un grupo feminista hizo una organización dirigida a la mujer y también cómo llegó a tratar el problema de la violencia doméstica. Es un ejemplo de que las feministas que trabajan en la comunidad llegaron a enfrentarse con el problema de la violencia como uno de los problemas serios del pueblo.

3) Oficina Asuntos de la Mujer, Municipio de San Juan

   Ahora veremos cómo empezó a trabajarse la violencia doméstica en el sector público; el caso de la Oficina Asuntos de la Mujer, Municipio de San Juan. Esta oficina se compone de 25 miembros incluyendo 2 sicólogos, 2 trabajadores sociales, 2 consejeros, 3 abogados fijos y 2 abogados temporales. La autora ha entrevistado a la Directora Asociada de la Oficina Asuntos de la Mujer, Denise Márquez Molina y a la Trabajadora Social Awilda Soto, en dicha Oficina el 19 de agosto de 1998. Denise me explicó la historia de la Oficina lo siguiente:

"“…básicamente se crea por una ordenanza municipal que se establece; se crea la Oficina con el alcalde de entonces, para ayudar a las mujeres en su desarrollo, para lograr eliminar la discriminación que ya se ve que existía en la sociedad y para adelantar, sobre todo, lo que tenga que ver con el derecho de la mujer, y eliminar la situación de la desventaja socio-económica de la mujer. Porque aquí nosotros tenemos una proporción bien grande de mujeres, jefas de familia, mujeres que son madres solteras o mujeres solas que se han divorciado o que se han separado de una relación, tienen hijos y están en un bajo nivel de pobreza. A nivel municipal, en San Juan hay una tasa bien alta de mujeres jefas de familia con un nivel de pobreza extremo.

   ... porque aquí en la capital se concentra la gran parte de la población total de la isla y esa es una de las razones que también crean esta oficina, además de promover de este modo el desarrollo de las mujeres y eliminar toda la situación de discrimen en contra de la mujer. Pues eso incluye trabajar con su situación de desventaja socio-económica con proveerle toda las alternativas a la mujer a nivel de vivienda, de empleo, de estudios, de todo el apoyo que necesita en la sociedad para poder integrarse en igualdad de condición que hombre. Nosotros, pues, dentro de esta ordenanza con que crearon la oficina...

   ... en ese momento, pues, se le asignó un dinero para atender la población femenina de San Juan, ¿verdad?, básicamente con esta necesidad de estos problemas que yo presento. Pero es que en el camino, pues, han ido creciendo estos problemas. Lo que un momento dado se veía pequeñito, cada vez van arropando la sociedad, la violencia doméstica, que es uno de los problemas más serios que nosotros tenemos aquí en Puerto Rico. Pues es uno de los problemas más complejos y más grandes que requiere nuestra atención aquí en la oficina a nivel de trabajo."

   Entendemos que la oficina fue creada para resolver la discriminación sexual y el problema de la pobreza de la mujer. Tarabajándose los asuntos de la mujer, ellas llegaron a enfrontarse al problema de la violencia doméstica como uno de los serios y urgentes. El sector público también tenía que trabajar con este problema como una de las políticas para las mujeres, que es producto de las relaciones desiguales entre hombres y mujeres.

4) Política del gobierno para la violencia doméstica

   Veremos entonces brevemente la política del gobierno sobre la violencia doméstica. En los setenta, el gobierno comenzó a establecer la política para las mujeres correspondiendo a las demandas del movimiento feminista. Organizó la Comisión para el Mejoramiento de los Derechos de la Mujer y reformó las leyes de familia para la igualdad del derecho de la mujer. En estas políticas del gobierno podemos agregar las políticas a la violencia doméstica, que son las siguientes:

1973   Ley Núm. 57

   Crea la Comisión para el Mejoramiento de los Derechos de la Mujer .

1982   Resolución Conjunta Núm. 26

   Asigna el presupuesto a la corporación Casa Protegida Julia de Burgos. Esta 

  medida representa el reconocimiento gubernamental del problema de la

  violencia doméstica en Puerto Rico.

1987   Ley Núm. 18

   Declaró el día 25 de noviembre de cada año como el "Día de no más violencia

  contra la mujer" en Puerto Rico.

1989   Ley Núm. 54

   Para la prevención de la violencia doméstica[5]

   Así, como una de las políticas para las mujeres, el gobierno le dio importancia a la prevención de la violencia doméstica. En este proceso las feministas intervinieron cerca del gobierno enérgicamente para que las estableciera. Sobre todo, establecerse la ley para la prevención de la violencia doméstica, las feministas promovieron el movimiento a gran escala en el pueblo. Este movimiento tuvo la importancia de mejorar la situación de las mujeres y, como veremos después, también tuvo su peso en el feminismo puertorriqueño. Podemos decir que el feminismo afectó a la política eficazmente, y del sector público y el feminismo nació un fruto importante para eliminar la discriminación a la mujer.

5) Las situaciones de la violencia doméstica atrae la simpatía de la comunidad en general en la lucha contra el maltrato a la mujer

   Hemos visto que la organización de ayuda a las víctimas de la violencia doméstica, Casa Protegida Julia de Burgos, logró exitosamente rescatar a las mujeres con un amplio apoyo. Otra organización, la Casa Pensamiento de Mujer del Centro, Inc. comenzó a trabajar con los asuntos de la mujer y poco después se dedicó al problema de la violencia doméstica como uno de los problemas graves de la mujer. Lo mismo pasó con la Oficina Asuntos de la Mujer, Municipio de San Juan. Y el gobierno efectuó la política para la prevención de la violencia doméstica. Igualmente, otras organizaciones feministas se dieron cuenta de su importancia y se solidalizaron trabajando en el tema de la violencia. En realidad varios grupos de las feministas se unieron para establecer la ley para la prevención de la violencia doméstica.

   Esto significa, en síntesis, que la lucha contra la violencia doméstica, por ser un derecho básico del ser humano, puede recibir rápidamente el apoyo de muchas gentes. Cuando yo entrevistaba al grupo de las feministas cristianas puertorriqueñas en verano del año ’98 en Puerto Rico, que incluye católicas y protestantes, sobre la situación de las pastoras, etc. nos referimos a la violencia doméstica. Una persona del grupo me contó que todo el mundo apoyaba a quienes tenían este problema, tanto que hasta los clérigos que se oponían al divorcio, ayudaban a las mujeres escapar del esposo. Así varias gentes reconocen que la violencia doméstica es una violación del derecho humano y uno de los problemas más graves y complejos que confronta la sociedad puertorriqueña. Es decir, que las actividades de prevención de la violencia doméstica cuentan con el apoyo amplio de la comunidad en general.

   En otro punto de vista, podemos decir que el problema de la violencia doméstica es tan grave en la sociedad puertorriqueña que se requiere la voluntad de unir esfuerzos y propósitos entre el sector público, las feministas y la comunidad en general.

   "En Puerto Rico, entre los años 1990 a 1996 se informaron 116,075 incidentes de violencia doméstica y se expidieron 14,552 órdenes de protección. Entre los años 1988 a 1997 fueron asesinadas 337 mujeres a manos de sus parejas[6]." Muere más de treinta y pico mujeres por homicidio de la pareja cada año en Puerto Rico, que es una isla con población de unos tres y medio millones. Se entiende lo grave de la situación.

   Además de esto en Puerto Rico no anda bien el orden público. La tasa de homicidio por 100 mil personas era de 25.3 personas en 1993 y 27.6 personas en 1994[7]. Es bastante alto. Podemos decir que el homicidio es el aspecto más problemático en la comunidad puertorriqueña. La gente se preocupa del homicidio tanto que la lucha contra la violencia consigue apoyo sin problemas de diferencias ideológicas.  

II. El significado del movimiento contra la violencia doméstica en el feminismo puertorriqueño

   Hemos visto ya la manera en que unas organizaciones comenzaron a dedicarse al problema de la violencia doméstica. En este capítulo veremos qué significó este fenómeno para el feminismo puertorriqueño.

1) El feminismo en la década de los años setenta

  Las mujeres que comenzaron a participar en el mercado de empleo desde el comienzo del siglo 20, cambiaron su papel de acuerdo con las transformaciones de la sociedad de industrialización y de consumo. Con el crecimiento acelerado de la economía en los años cincuenta en Puerto Rico, las mujeres han alcanzado un nivel más alto de educación y su nivel de ingreso ha aumentado. Esto provocó el cambio de la imagen de la mujer, su trabajo y la mentalidad de las mujeres. Las mujeres participaron en la sociedad socioeconómica y en esta transformación surgió una protesta de las mujeres profesionales contra la discriminación por la razón del sexo. En 1972 salió el informe de la Comisión de Derechos Civiles sobre los derechos de la mujer y eso causó las discusiones grandes del tema en Puerto Rico.

   Apareció una organización feminista: Mujer Intégrate Ahora, en 1972 y luego la Federación de Mujeres Puertorriqueñas en 1975. Con el auge del movimiento feminista el gobierno estableció la comisión de los asuntos de la mujer y obtuvo algunos resultados en la política para resolver la discriminación sexual. En 1977 se celebró la Conferencia de la Mujer en Puerto Rico análoga a la Conferencia Mundial de la Mujer en México. Quiere decir que las circuntancias del país e internacionales obligaban al gobierno que se confrontara con el problema de la mujer.

   Así el feminismo de los años setenta fue tan activo que fomentaba la reforma de la situación de las mujeres. Mientras tanto surgía el problema complejo dentro del movimiento feminista. Es el conflicto con la estructura política o con la ideología institucionalizada. Es decir que entonces era difícil lograr la autonomía en el movimiento feminista.

   Ana Irma Rivera Lassen, que es abogada feminista y que participó en dicha organizaciòn feminista de Mujer Intégrate Ahora, contó a la autora en la entrevista el 20 de agosto de 1998 sobre el problema de dicha lucha, basándose en su experiencia, lo siguiente:

"La Federación de Mujeres Puertorriqueñas fue un organismo que se creó por un grupo de mujeres pensando hacer uno amplio de mujeres y que incluyera un sector obrero más grande. Lo interesante de esa organización es que cuando se crea inclusive algunas mujeres de Mujer Integráte Ahora, pensamos que si valía la pena, quizás seguimos con la Federación y dejábamos Mujer Intégrate Ahora, pensando hacer algo más grande, pero el resultado no fue ese, porque la Federación resultó esa organización demasiado unida al Partido Socialista Puertorriqueño, entonces el problema que eso representaba era que no tenía suficiente autonomía de ese partido. Entonces parecía como si fuera una organización del Partido Socialista Puertorriqueño. Ese era, por lo menos, entiendo que ese es el problema mayor de la Federación. Así que no fue la organización grande que pudo ser. Duró solamente de 75 a 77. Duró solo dos años. Mujer Intégrate Ahora duró de 71 a 79...

   ... Mujer Intégrate Ahora sigue hasta el año '79. Pero antes de terminarse le ocurre una situación interesante. Es que empezaron a llegar a Mujer Intégrate Ahora, mujeres que pertenecían a la organizaciones políticas, partidistas. Y empezaron a pelear dentro de Mujer Intégrate Ahora por lo que sus partidos decidieran. Y eso causó a un caos en la organización. Lo que precisamente había sido la razón por la que Mujer Intégrate Ahora duró mucho tiempo fue porque no estaban siguiendo a ningun partido. Entonces entran esas mujeres y causan ese problema. Se salen de la organización y hacen otra organización que se llamó Alianza Feminista por la Liberación Humana que duró un año nada más. Pero de todas maneras ya la situación de Mujer Intégrate Ahora se había deteriorado y ya en '79 desaparece la organización."

   El partidismo que afecta al movimiento feminista en Puerto Rico se origina a causa de la situación política del país. El antagonismo del estado político del país cubre toda la sociedad. El feminismo tampoco pudo evitar ese problema. Es tan abismático el antagonismo del ser independista, anexionista o socialista, que dificulta a las mujeres solidarizarse en la lucha feminista, mientras tanto el machismo une a los hombres.

   En otro punto de vista, en la década de los años setenta las feministas intervinieron cerca del gobierno activamente para que el sector público estableciera la política para reducir la discriminación contra la mujer. Cuanto más el feminismo crece como un poder político, las fuerzas políticas establecidas quiere tener más influencia en él.

   Así entre las organizaciones feministas en la década de los años setenta no pudo formarse un organismo visible establecido debido al problema de las circunstancias políticas del país, pero la potencia de la fuerza feminista no ha dado un paso atrás sino ha extendido su influencia teniendo el resultado de la reforma estatal.

   Además esta experiencia difícil de los años setenta hace madurar el movimiento feminista y llega a elaborarse otra estrategia en el feminismo puertorriqueño en la década de los años ochenta.

2) Alianza de las organizaciones feministas cuyo objeto es un tema particular en la década de los años ochenta

   La mencionada Ana Irma Rivera Lassen caracteriza el movimiento feminista de la década de los ochenta con lo siguiente:

"Cuando se acabó la década de los setenta la única organización que existía en esos momentos era Taller Salud. Taller Salud comenzó al final de diciembre de '79. O sea que terminándose la década y empezando la próxima surge ese grupo. Es un grupo dedicado solo al tema de la salud de las mujeres. Para mí eso es simbólico. Porque era el comienzo de que las mujeres se organizaran por tema de interés. En la década de los setenta el interés era como de todo, como general. Como que todo el mundo decía que su organización era la organización y entonces no quería reconocer que podría haber muchos temas distintos y que no todo el mundo tiene que estar en la misma organización. En la setenta como era muy fuerte el deseo de dominar. Pero los ochenta empieza a ser una década en que la gente empieza, las mujeres empiezan a organizarse pensando más en el interés particular de cada tema. No necesariamente en abarcar todo el movimiento. O sea que ya no es "el movimineto"  sino "los movimientos". Las mujeres empiezan a pensar de otra manera entonces. Por eso te digo que la Taller Salud es como simbólico. Como que es "a mí me interesa trabajar en la salud de la mujer, yo voy a trabajar sobre eso, nada más." Entonces no le interesa trabajar en otro tema ni compite por trabajar en otros temas. "

   Como dijo Ana Irma Rivera Lassen, después del fracaso por establecerlas organizaciones feministas en década de los setenta, aparecieron las organizaciones feministas de tipo nuevo. Son unos grupos que realizaban algún tipo de trabajo de interés limitado. Por ejemplo en 1979 apareció Taller Salud con el objeto de orientar y despertar conciencia en las mujeres sobre la situación de salud, Casa Protegida Julia de Burgos fue creada en 1979 y abrió el albergue para las víctimas de violencia doméstica en 1981, en 1982 nació la Organización Puertorriqueña de la Mujer Trabajadora para hacer una contribución real en la toma de conciencia de la mujer trabajadora, en 1983 se creó Feministas en Marcha a partir de la búsqueda de una teoría feminista política propia etc.[8]

   Y en 1988 "las diferentes organizaciones feministas, de servicios a la mujer, las comisiones de la mujer de diferentes organizaciones políticas, grupos defensores de los derechos humanos constituyeron un frente o coalición en lo que se conoce como la Coordinadora Paz Para la Mujer.[9]" Esta organización se hizo una coalición para exigir la aprobación de una ley contra la violencia doméstica y lo logró en 1989. A ésta se unieron varias organizaciones feministas puertorriqueñas, algunas organizaciones gubernamentales de servicios a mujeres y activistas en su carácter individual y este movimiento se convirtió en una fuerza potente políticamente en el proceso de establecer la ley.

   Esta experiencia es muy importante para el feminismo puertorriqueño. Hasta el sector gubernamental cooperó a las feministas para establecer la ley para la prevención de la violencia doméstica, se hicieron juntos un poder político, el movimiento feminista apretó al gobierno que la estableciera y sus esfuerzos resultaron exitosos. El feminismo puertoriqueño no había tenido esa experiencia de unirse con tantas mujeres hasta entonces. Esto mostró su madurez política con respecto al feminismo. Y abrió camino para superar el conflicto partidista que afectaba al movimiento feminista en Puerto Rico.

3) ¿Qué significó la lucha contra la violencia doméstica para el feminismo puertorriqueño?

   Cuando se reconoce el problema de la violencia doméstica en la comunidad puertorriqueña, se revela el problema grave del género en su vida diaria. En eso mismo ya tiene valor del movimiento feminista. Porque antes no se le reconocía como problema sino era un asunto trivial, porque no se daba importancia a los asuntos de la mujer ni importaba la existencia de la mujer. Podemos decir que al hacerse ver el problema de la violencia contra la mujer el feminismo obtuvo un éxito importante. El feminismo llegó al nivel de hacer reconocer el problema de la violencia doméstica. Porque esto no es solo un problema para las mujeres víctimas de la violencia doméstica sino que es un resultado de la posición social de la mujer subordinada.

   Además, algo importante fue que el movimiento contra la violencia doméstica se convirtió en la fuerza política feminista del país. Se organizó exitosamente una alianza superando el problema del partidismo que durante mucho tiempo impidió a las mujeres unirse en la lucha por los asuntos de la mujer. No podemos decir tan fácilmente que ya se hubiera eliminado completamente ese problema. Sin embargo podemos decir que abrió camino para que las mujeres superaran ese obstáclo. Las mujeres avanzaron al unirse y hacerse un poder político.

   Ahora bien, ¿qué causó ese éxito? Podemos señalar dos aspectos. Uno es el carácter del problema de la violencia doméstica. La violencia doméstica puede causar hasta la muerte. Es un problema grave para las mujeres víctimas de ésta.

   Cuando las mujeres no tenían importancia en la sociedad, se podía ignorar su problema. No obstante una vez que las mujeres empiezan a lograr su posición en la sociedad y a exigir resolver sus problemas, no es fácil ignorarlos. Además la violencia doméstica es una cuestión de vida o muerte. Es un tema grave y urgente. En otras palabras, cuando las mujeres buscan alguna solución de este problema, es difícil oponerse a la lucha contra la violencia doméstica. Así la lucha contra la violencia doméstica capta un apoyo amplio. Porque antes la muerte ya no tiene sentido la diferencia de ideas políticas ni ideología.

   Además el problema de la violencia es uno de los más graves de la sociedad puertorriqueña, del que muchas gentes se preocupan. Pues no se oponen a reducir cualquier violencia. Ante la muerte no importan las ideologías.

   Otra razón importante del éxito de la unión de las mujeres es el estilo del movimiento feminista en la década de los ochenta. Después de desaparecer las organizaciones feministas de la década de los setenta, aparecieron las organizaciones feministas de otro tipo. Las mujeres hicieron organizaciones para un objetivo específico. Su propósito de juntarse en una organización era específico y concreto. Por ejemplo, por la salud de la mujer, para hacer el albergue de la mujer, para concretar teoría feminista, etc. De esta manera no había mucho espacio en la organización para meter los intereses del partido político o para que los partidos se peleen por influir en la organización feminista, dado que se unieron para algún motivo particular. Por ejemplo, cuando esas organizaciones hicieron una alianza, Coordinadora Paz Para la Mujer, su objeto de unirse fue luchar contra la violencia doméstica, sobre todo para establecer la ley para la prevención de dicha violencia doméstica. En este caso se aliaron para un objeto particular y concreto que era el tema de la violencia doméstica. Esto no dio espacio en la alianza para pelearse por un interés de algún partido específico y dividir la organización por la diferencia de ideas.

   Es decir que limitando la razón de unirse llegó a alcanzar la autonomía de la organización feminista. Sencillamente se unieron para lograr una solución de prevención contra la violencia doméstica, nada más. Con este estilo el feminismo puertorriqueño abrió camino de superar el obstáculo del partidismo.

4) El resultado de la lucha de la década de los ochenta y el feminismo de la década de los noventa

   No podemos decir que ya se ha superado el obstáculo del partidismo en el feminismo puertorriqueño. Una investigadora puertorriqueña contó a la autora que las independentistas tienen la influencia dentro del feminismo; por eso es díficil que participaran en las actividades otras mujeres que tenían distintas ideas sobre el estado político de Puerto Rico. Sí es cierto que existe un conflicto político severo en la sociedad puertorriqueña y eso afecta todavía al movimiento de las mujeres. Sin embargo, de todos modos deben buscar alguna manera de resolver el problema de los asuntos de la mujer en la condición actual. Y lo que logró el feminismo de la década de los ochenta fue una manera de superar el obstáculo para movimiento feminista y alcanzó tener madurez en la estrategia política.

   Mientras tanto surge otro tipo de defecto en el movimiento feminista. Como se ha citado anteriormente, una crítica dice que todo el mundo habla solo de violencia doméstica aunque había varios problemas que resolver en los asuntos de la mujer. Esta crítica tiene razón en un sentido, porque el movimiento feminista actual se reune para algún interés particular y eso trae al movimineto el punto débil de no tener suficiente perspectiva de la lucha feminista. El estilo nuevo del movimiento feminista de reunirse por algún tema particular tiene la posibilidad de superar el obstáculo del patidismo, pero al mismo tiempo tiene dificultad una organizaciòn para tener una perspectiva completa de la situación de las mujeres. Por eso se necesitarán más investigaciones y discusiones sobre las condiciones de las mujeres y el feminismo actual.

   Además podemos indicar que los partidos puertorriqueños establecidos se dividen por la diferencia de la opinión sobre el estado político de Puerto Rico y este tema no corresponde directamente al problema de las situaciones de las mujeres. Por esa rázon será importante apartar el conflicto de los partidos establecidos para el movimiento feminista.

   En la década de los años noventa nacieron más organizaciones feministas. En 1991 se fomaron Coalición Puertorriqueña de Lesbianas y Homosexuales, y Commadres, este último es un colectivo de mujeres católicas y protestantes que se oponen a la discriminación contra la mujer dentro de la iglesia. En 1992 surgieron Grupo Identidad de la Mujer Puertorriqueña Negra y Grupo Pro Derechos Reproductivos que es una red de varios grupos para defender el derecho de las mujeres a controlar su reproductibilidad.

   Ana Irma Rivera Lassen analiza en el movimiento de los 90 lo siguiente:

"Los 80, mi análisis es que, fueron una época de mucha madurez del movimiento feminista y una época de trabajo coordinado de trabajo conjunto y que reconoce que cada quien tiene su espacio y que cada quien lucha de acuerdo con su creencia, pero en lo punto que podemos trabajar común lo podemos hacer también. En los 90, los 90 es una década muy interesante también. Porque es la década de donde empiezan a surgir los temas que se han quedado atrás... El tema de las mujeres lesbianas es un tema que viene desde los 70 hasta ahora, pero no es hasta los 90 que coge mucha fuerza. Cuando se hacen organizaciones más dedicadas... en los 90 es donde surge más todavía como parte importante de todas las demandas de las mujeres, el tema de la sexualidad. No solamente la cuestión de las mujeres lesbianas sino el término general, el derecho de las mujeres a controlar su sexualidad... Los derechos sexual y reproductivo de las mujeres , ese tema es un tema de los 90. Un tema bien fuerte de los 90. Entonces ese tema, y el tema de las mujeres negras, en los 90 surge el tema de la primera vez que se hace la organización solo de mujeres negras. Porque las mujeres negras hemos estado en todas las organizaciones. Pero que se hace organización solo trabajar en el tema de la mujeres negras, eso es de los 90... Es que era necesario discutir en los 70 y los 80 los temas generales para darse cuenta de que habían temas específicos, que era necesario también impulsar. Pero es que esos temas específicos no podían impulsarse con fuerza antes. Porque el camino todavía no está preparado. En los 90 ya el camino está preparado. Es difícil que en Puerto Rico alguien que pertenezca al movimiento feminista no reconozca que es necesario apoyar el derecho de las mujeres lesbianas... En los 70 era terrible. Había mucho discriminación contra el tema de las mujeres lesbianas. Pero ahora en los 90, no. Y como tema igual que como tema racial. Era como demasiado fuerte hablar de tantas cosas en los 70. Pero ahora en los 90 se integra. Es más fácil porque hay madurez y es natural, se ve como parte del desarrollo natural de un movimiento. Y por eso yo entiendo que se da el fenómeno de los 90."

  Así Ana Irma Rivera Lassen evalía el progreso del movimiento feminista. Y alguna investigadora criticó a la autora que el feminismo institucionalizado ya no tiene mucho vigor como antes y aunque ya se ha establecido la ley de la prevención de la violencia doméstica, desde hace diez años siguen hablando de la violencia doméstica las feministas. Sin embargo, la crítica como ésta contra la lucha actual implica que el feminismo de Puerto Rico está en una transición a otro nivel de la lucha. La crítica fermenta otro desarrollo en el feminismo. En ese sentido el feminismo puertorriqueño sigue progresando.

IV. Conclusión

   En el primer capítulo hemos analizado algunas entrevistas en las organizaciones feministas alrededor del esfuerzo para la prevención de la violencia doméstica. Y en el segundo capítulo hemos visto la significado del movimiento contra la violencia doméstica en el feminismo puertorriqueño.

   Por el análisis de las entrevistas del primer capítulo sabemos que las organizaciones feministas se dieron cuenta de la importancia del tema de la violencia y se solidalizaron trabajando en él. Y la lucha contra la violencia doméstica, por ser un derecho básico del ser humano, recibió rápidamente el apoyo amplio de la comunidad en general. En otro punto de vista, podemos decir que el problema de la violencia doméstica es tan grave en la sociedad puertorriqueña que se requiere la voluntad de unir esfuerzos y metas entre el sector público, las feministas y la comunidad en general. Además de esto en Puerto Rico la tasa de homicidios es bastante alto. La gente se preocupa del homicidio tanto que la lucha contra la violencia consigue apoyo sin problemas de diferencias ideológicas.

   Así las feministas se dedicaron a la lucha para la prevención de la violencia doméstica.

   Y por el análisis hecho en el segundo capítulo sabemos qué trajo éxito la lucha de la  violencia doméstica al feminismo puertorriqueño. En la lucha de la década de los ochenta el movimiento mostró su madurez política con respecto al feminismo. Además, algo importante fue que el movimiento contra la violencia doméstica se convirtió en la fuerza política del feminismo del país. Se organizó exitosamente una alianza superando el problema del partidismo que impedía a las mujeres unirse. Concretando la razón de unirse la organización feminista llegó a alcanzar la autonomía. Con este estilo el feminismo puertorriqueño abrió camino para superar el obstáculo que es el partidismo.

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Archivo Oral

(Todas las transcripciones se encuentran en el archivo personal de la autora)

Colòn, Evangelista, Entrevista a Evangelista Colòn, transcripciòn de una entrevista grabada por SHIGAKI Yoshiko, en la Oficina de Casa Protegida Julia de Burgos, el 21 de agosto de 1998.

Márquez Molina, Denise, Entrevista a Denise Márquez Molina, transcripciòn de una entrevista grabada por SHIGAKI Yoshiko en la Oficina Asuntos de la Mujer, Municipio de San Juan, el 19 de agosto de 1998.

Rivera Lassen, Ana Irma, Entrevista a Ana Irma Rivera Lassen, transcripciòn de una entrevista grabada por SHIGAKI Yoshiko, el 19 de agosto de 1998.

Rivera Pèrez, Hilda L., Entrevista a Hilda L. Rivera Pèrez, transcripciòn de una entrevista grabada por SHIGAKI Yoshiko, en la Oficina de Pensamiento de Mujer del Centro, Inc., Aibonito, Puerto Rico, el 20 de agosto de 1998.

Torres, Nina y Apolinaris, Yamila(Commadre: un grupo de las feministas cristianas puertorriqueñas), Entrevista a Nina Torres y Yamila Apolinaris, transcripciòn de una entrevista grabada por SHIGAKI Yoshiko, el 21 de agosto de 1998.


[1] Un folleto de Casa Protegida Julia de Burgos, "Casa Protegida Julia de Burgos", San Juan, Puerto Rico, 1998.

[2] Una carta que mostró Evangelista Colón a la autora en la entrevista el 21 de agosto de 1998 en la Casa Protegida Julia de Burgos de San Juan, Puerto Rico.

[3] Citado del folleto de Casa Pensamiento de Mujer del Centro, Inc., Puerto Rico.

[4] Casa Pensamiento de Mujer del Centro, Inc., Pensamiento de Mujer, Boletin # XXXIX, Diciembre 1997 / Enero / Febrero 1998, Aibonito, Puerto Rico, p.2.

[5] Margarita Ostolaza Bey, Política sexual en Puerto Rico, ediciones huracán, Puerto Rico, 1989, pp.170-184.

[6] Coordinadora Paz para la Mujer, "Nuestro derecho a vivir en paz: es un derecho humano", Puerto Rico, 1998, p.1.

[7] Departamento de Salud, "Estadísticas vitales preliminares Puerto Rico 1994", Boletín Informativo, Año XI Serie D-6 Núm. 1, 27 de junio de 1996, p.4.

[8] Véase la página de Internet del Comité Asuntos de la Mujer de la universidad de Puerto Rico Colegio Universitario de Humacao: http://cuhwww.upr.clu.edu/mujer/otr_orga.htm

[9] Ibid.